El Mundo del Asado #1
22 de abril de 2025
Encender el fuego para un asado es casi un ritual mágico, lleno de técnica y experiencia. Recordamos aquellos días en que, de niños, observábamos a los parrilleros manipular las llamas con destreza, como si dominaran un secreto ancestral. Hoy, desvelamos algunos trucos esenciales para que puedas convertirte en un verdadero maestro del fuego.
Aunque en la actualidad contamos con herramientas modernas como pastillas de encendido, mechas y calentadores de hierro, la esencia del asado tradicional se conserva en el método clásico. Con tan solo papel, carbón y fósforos, es posible encender un fuego que cumpla con los requisitos de cualquier asado.
Encender el fuego para un asado es casi un ritual mágico, donde cada chispa revive la memoria y cada brasa esculpe el sabor.
Construcción del núcleo
Toma algunos papeles –puede ser periódico, papel de cocina o cualquier papel no recubierto– y enróllalos o dóblalos formando pequeños bollitos. Colócalos en el centro de la base que prepararás.
El volcán de carbón
Rodea cuidadosamente estos bollitos con carbón, creando una especie de volcán o pirámide. Es fundamental que el papel quede en el centro, sin quedar demasiado expuesto. Esto evita que se consuma rápidamente antes de encender el carbón.
Encendido y avivamiento
Con fósforo o encendedor, prende el papel. La llama inicial deberá propagarse de forma gradual. Si notas que la combustión no es suficiente, añade poco a poco más papel sobre el carbón, manteniendo la estabilidad de la estructura. El objetivo es que el fuego se fortalezca hasta que el carbón empiece a brillar.
Una vez encendido, el control del fuego es clave para un asado perfecto. Una técnica tradicional para medir la intensidad de las llamas consiste en utilizar la mano, sin necesidad de instrumentos especiales.Esta escala te ayudará a ajustar la cantidad de carbón en la parrilla, agregando o retirando según la necesidad para lograr una cocción óptima.
Fuego muy fuerte: Si solo puedes mantener la mano sobre la parrilla entre 2 y 4 segundos, el fuego es demasiado intenso.
Fuego fuerte: Entre 5 y 6 segundos, la intensidad es alta pero manejable.
Fuego moderado: Con 7 a 8 segundos, se alcanza una temperatura equilibrada ideal para la mayoría de los cortes.
Fuego suave: Si puedes sostener la mano durante 9 a 10 segundos, la llama está en un nivel bajo, perfecto para cocciones lentas o cortes delicados.
El dominio del fuego es una combinación de técnica, paciencia y un toque de intuición.
Al entender los fundamentos de cómo armar y controlar el fuego, podrás realzar los sabores de tus cortes y transformar cada asado en una experiencia inolvidable.
Equilibrio en el carbón
La cantidad de carbón a utilizar depende del volumen de comida que vas a asar. Una regla general es disponer de aproximadamente 1 kilo de carbón por cada kilo de carne, incluyendo chorizos, morcillas y otros embutidos.
Prueba y error
Cada parrillero desarrolla su estilo y técnica con la práctica. Experimenta con diferentes formas de montar el fuego y observa cómo varían las brasas y la intensidad de las llamas.
Cuidado y seguridad
Siempre ten a mano una manguera o un extintor y asegúrate de mantener el área libre de materiales inflamables adicionales.