El Mundo del Asado #1
22 de abril de 2025
Una de las joyas del asado tradicional es la morcilla casera, una receta que trasciende los límites de los supermercados y tiendas especializadas.
La morcilla es un alimento de alto contenido graso y alto en sodio, pero también es rica en hierro, por lo que puede formar parte de una dieta equilibrada si se consume con moderación. Su valor nutricional puede variar según la receta casera, especialmente si contiene arroz, cebolla o especias.
Para resaltar aún más la presentación, sirve la morcilla en una fuente elegante y acompáñala con un toque de limón o una salsa ligera que complemente su sabor.
Parrilla
30 min.
8/10 pers.
3/10
Recuerda que la calidad del producto es esencial; optar por una morcilla casera como garantiza una experiencia superior que no se encuentra en las versiones comerciales.
Asegúrate de contar con un fuego moderado, ya que es fundamental para lograr un tostado uniforme sin resecar la morcilla. Prestar especial atención al fuego, ya que un calor demasiado alto puede afectar la delicada piel de la morcilla, mientras que un fuego demasiado suave podría no lograr ese toque tostado que marca la diferencia.
Coloca la morcilla sobre la parrilla y caliéntala durante aproximadamente 10 minutos por cada lado. La técnica consiste en tostar la piel para realzar sus sabores, recordando que en su elaboración tradicional la morcilla suele cocinarse tres veces para alcanzar la textura y el sabor deseados.
Una vez tostados ambos lados, la morcilla estará lista para servir. El proceso es sencillo pero exige atención para preservar la jugosidad y el aroma característico.
Para un contraste moderno, maridar con vinos jóvenes, cerveza artesanal o incluso una salsa de yogur con ajo.